Reputacion Online de Empresas

La gestión de reputación en línea se gestiona para proteger la reputación de una persona, marca y compañía en Internet.

Reputation Management, simplemente significa controlar lo que los visitantes ven cuando realizan una búsqueda. Algunas personas y empresas incluso intentan controlar el orden de los resultados de determinadas búsquedas y aumentan el contenido de buenas noticias sobre sus nombres, marcas, productos o servicios.

En estos días, muchas empresas ofrecen servicios de gestión de reputación en línea, pero es la pregunta crítica cómo encontrar la mejor compañía de gestión de reputación en línea.

Ayudamos a las empresas con la administración de sus revisiones en línea y con la generación de revisiones legítimas en línea de sus clientes actuales y pasados.

Contenido
  1. ¿Por qué es bueno trabajar con estas empresas?
  2. Un entorno de reputación en rápida evolución

¿Por qué es bueno trabajar con estas empresas?

• Precios razonables
• Cantidad de menciones por mes
• Posibilidad de rastrear la mayoría de las plataformas
• Análisis en tiempo real y generación de informes
• Compromiso del consumidor a través de plataformas
• Análisis de la competencia

Muchos ejecutivos de marketing no entienden cómo la mala gestión de la reputación en línea puede dañar las ventas de su empresa. Con ese fin, hablé esta semana con Don Sorensen, presidente de Big Blue Robot, quien ha estado trabajando con compañías y ejecutivos durante los últimos 10 años para mejorar su reputación en línea. En el proceso, ha tenido una visión directa del impacto que los resultados de búsqueda negativos pueden tener en los resultados de una empresa, ya sea que la empresa sea grande o pequeña.

Nunca debe subestimar el costo de una mala reputación. Por ejemplo, Sorensen señala que he consultado con una empresa que tenía un grave problema de reputación en línea. Cuando los clientes potenciales buscaron el nombre de la compañía, 7 de los 10 principales resultados de Google fueron negativos. Después de una cuidadosa revisión de sus clasificaciones y los ingresos del año anterior, estimé que la empresa estaba perdiendo casi $ 2 millones al año en ventas debido a los resultados negativos del motor de búsqueda. La compañía confirmó que sus estimaciones eran precisas, pero bajas.

La amplitud y profundidad del desafío reputacional actual es una consecuencia no solo de la velocidad, gravedad e inesperada de los recientes acontecimientos económicos, sino también de los cambios subyacentes en el entorno de reputación que han estado en marcha durante algún tiempo. Esos cambios incluyen la creciente importancia de los medios participativos basados en la web, la creciente importancia de las organizaciones no gubernamentales (ONG) y otros terceros, y la disminución de la confianza en la publicidad. Juntas, estas fuerzas están promoviendo un escrutinio más amplio y más rápido de las compañías y haciendo que las herramientas tradicionales de relaciones públicas sean menos efectivas para enfrentar los desafíos de reputación.

Ahora más que nunca, será acción, no giro, lo que construirá una reputación sólida. Las organizaciones necesitan mejorar sus habilidades de escucha para que sean suficientemente conscientes de los problemas emergentes; revitalizar su comprensión de, y las relaciones con, los interesados críticos; e ir más allá de las relaciones públicas tradicionales mediante la activación de una red de partidarios que pueden influir en los principales electorados. Hacerlo de manera efectiva significa aumentar la sofisticación y la coordinación interna de los esfuerzos de reputación. Algunas empresas, por ejemplo, no solo usan técnicas de avanzada de segmentación de actitudes para comprender mejor las inquietudes de las partes interesadas, sino que también movilizan equipos internacionales para recopilar inteligencia y responder rápidamente a amenazas de reputación lejanas.

Una de las claves para superar las barreras organizacionales que podrían impedir tales esfuerzos es el liderazgo superior comprometido, que incluye el liderazgo de los directores ejecutivos, que tienen la oportunidad en el entorno actual de diferenciar a sus empresas demostrando una habilidad política real. Lo que está en juego lo demanda; un público energizado no esperará nada más. En un momento en que el capitalismo parece estar de espaldas, los CEO tienen la obligación de reforzar la reputación de sus empresas y de los mercados libres.

Un entorno de reputación en rápida evolución

La crisis financiera ha puesto de relieve cuán mal equipadas pueden ser las empresas para hacer frente a dos cambios importantes en el entorno de reputación. En primer lugar, la influencia de las partes interesadas indirectas, como las ONG, los activistas comunitarios y las redes en línea, ha crecido enormemente. El número de ONG acreditadas por las Naciones Unidas, por ejemplo, ha aumentado a más de 4.000, de menos de 1.000 a principios de los años ochenta. Estas partes interesadas indirectas proliferantes han encomendado a las empresas un conjunto más amplio de expectativas, como hacer que la globalización sea más humana y combatir el cambio climático, la obesidad, los abusos contra los derechos humanos o el VIH.

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